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All IPCC definitions taken from Climate Change 2007: The Physical Science Basis. Working Group I Contribution to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change, Annex I, Glossary, pp. 941-954. Cambridge University Press.

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Rastreando la energía del calentamiento global

El aspecto más asombroso del Climategate es lo dispuesta que la gente está a asumir oscuras y siniestras conspiraciones a partir de citas aisladas de correos electrónicos sin tratar de entender la cienca sobre la que se discute. Esto se puede apreciar en la cita de "ocultar el declive" que muchos interpretaron (y continúan interpretando) como una nefaria ocultación de un descenso de la temperatura. A lo que realmente se refería era a un descenso en el crecimiento de los anillos de los árboles que se ha discutido abiertamente en la literatura científica peer-reviewed desde 1995. De manera similar, la "parodia de que no podamos explicar la falta de calentamiento" de Trenberth era una cuestión abiertamente discutida en la literatura peer-reviewed (Trenberth 2009). La cuestión de la falta de calentamiento de Trenberth se dicute ahora también en una nueva perspectiva en Science por Trenberth y John Fasullo, "Rastreando la energía de la Tierra".

El artículo examina el desequilibrio energético del planeta. Éste puede medirse por satélites que miden tanto la radiación solar entrante como la radiación saliente. El desequilibrio energético absoluto es demasiado pequeño para medirse directamente. Sin embargo, las mediciones por satélite son suficientemente estables de un año a otro como para poder rastrear los cambios en la radiación neta. Lo que se ha observado cuadra con lo que se esperaba: a medida que han aumentado los niveles de CO2, el desequilibrio energético neto también ha aumentado en los últimos años.

Otra manera de calcular el desequilibrio energético consiste en sumar todo el calor que se está acumulando en las diferentes partes de nuestro sistema climático. Esto incluye toda la acumulación de calor en los océanos, el calentamiento de la tierra y la atmósfera, el deshielo del hielo marino Ártico, de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida y de los glaciares. Hay una buena coincidencia entre el desequilibrio por satélite y el contenido calórico total hasta 2005. Sin embargo, después de 2005 hay una discrepancia entre ambas mediciones. Un problema de divergencia, por así decir:


Figura 1: velocidad estimada de cambio de la energía gobal. Las curvas están muy suavizadas. De 1992 a 2003, los cambios decadales de contenido calórico oceánico (azul), junto con las contribuciones del deshielo de los glaciares, capas de hielo y hielo marino y pequeñas contribuciones del calentamiento de la tierra y la atmósfera, sugieren un calentamiento total (rojo) para el planeta de 0,6 ± 0,2 W/m2 (95% margen de error). Después del año 2000, las observaciones desde la alta atmósfera (9) (en negro, con referencia a los valores del año 2000) se separan cada vez más del calentamiento total observado (rojo).

La Figura 1 tiene muchos aspectos interesantes. El área azul muestra la velocidad del calentamiento océanico. Obsérvese que cuando desciende después de 2005, no significa que el océano se esté enfriando, sino que la velocidad de calentamiento es menor. La línea roja es la cantidad total de cambio energético neto. Esto significa que toda la energía que derrite el hielo marino, las capas de hielo y los glaciares, más el calentamiento de la tierra y la atmósfera, es el pequeño hueco entre el área azul y la línea roja. Sin embargo, la característica más interesante de este gráfico es la divergencia después de 2005. Desde ese momento, los datos por satélite (línea negra) continúan mostrando un desequilibrio energético en aumento. Pero el oceáno parece estar acumulando menos calor.

¿A qué se debe esta discrepancia? Parte del calor parece estar yendo al deshielo de las cpaas de hielo de Groenlandia y la Antártida, que están perdiendo masa de hielo a una velocidad que se acelera. Sin embargo, esto no permite explicar toda la diferencia ni de lejos. Existen dos posiblidades. O bien las observaciones por satélite son incorrectas, o bien el calor está penetrando en regiones que no están adecuadamente medidas. Las observaciones por satélite también coinciden con los resultados modelizados que esperan un aumento del desequilibrio energético a medida que los niveles de CO2 aumentan. Estos resultados modelizados han tenido una confirmación cuantitativa en mediciones independientes por satélite del espectro de radiación infrarroja saliente (Harries 2001, Griggs 2004, Chen 2007).

Esto indicaría que la opción más probable es un calentamiento perdido. De ser así, ¿dónde se ha ido el calentamiento perdido? ¿Está el océano secuestrando calor aún a más profundidad que las mediciones de las boyas ARGO? Tuve mi propio momento Dunning-Kruger tras leer este estudio. Mi teoría era que ya teníamos evidencia observacional de que el calor debía estar secuestrado en las aguas del océano profundo Mientras que las mediciones del calor oceánico hasta profundidades de 700 metros han mostrado un descenso en la acumulación de calor, von Schuckmann 2009 muestra que las mediciones de calor oceánico hasta 2.000 metros de profundidad muestran que los océanos han continuado acumulando calor a una tasa constante de 0,77 W/m2 desde 2003 a 2008.


Figura 2: series temporales de almacenamiento calórico promedio (0–2000 m), medido en 108 Julios por metro cuadrado.

Escribí a Kevin Trenberth, preguntándole si los resultados de von Schuckmann eran una evidencia de que el calor perdido estaba siendo confinado en aguas profundas. Trenberth contestó de inmediato, informándome de que el desequilibrio energético de von Schuckmann's de 0,77 W/m2 era únicamente para el océano y que cuando lo promediabas sobre todo el planeta, arrojaba un desequilibrio energético de 0,54 W/m2, que es aún insuficiente para coincidir con los datos por satélite.

De hecho, tras leer la conversación detallada de Roger Pielke con Trenberth, debo elogiar a Trenberth por su paciencia (me pregunto cuántos blogueros le contactan cada día, diciendo "hey, Kevin, ¡¿has oído hablar de este estudio?!" o "hey Kevin, ¿se te ha ocurrido que el calor esté en el océano profundo?!" Espero que los blogueros como yo no le demos demasiado la lata a Trenberth y pueda dedicarse al importante trabajo de rastrear mejor el flujo de energía por nuestro sistema climático.

Translation by Jesús Rosino. View original English version.



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