¿Cómo sabemos que el reciente calentamiento global no es natural?
Roy Spencer, al igual que Richard Lindzen (el protagonista de algunos artículos recientes), es uno de los pocos científicos del clima que aún no están convencidos de que la mayoría del reciente calentamiento global ha sido causado por el hombre (es antropogénico). Spencer ha acabado frustrado por el hecho de que la mayoría de sus colegas de la ciencia climática desarrollen su investigación bajo la premisa de que el reciente calentamiento es antropogénico, y en un artículo en su blog, ha lanzado el guante:
"Mostradme un artículo peer-reviewed que haya descartado ciclos internos naturales como causa de la mayoría del calentamiento reciente en el registro termométrico."
Tal desafío es problemático por varias razones. En primer lugar, el hecho de que la investigación no haya descartado una hipótesis, no implica que esa hipótesis tenga validez alguna. Por ejemplo, tampoco existe ningún estudio peer-reviewed que haya descartado a los leprechauns como la causa del reciente calentamiento global. Pero, quizás más relevante, nuestro conocimiento de que los humanos están causando el actual calentamiento global no se basa en un estudio científico aislado, sino en un amplio rango de evidencias científicas.
Por ejemplo, los científicos han medido la cantidad de calor que el efecto invernadero redirige hacia la superficie del planeta. Cuantificar la cantidad de calentamiento global que produce consiste en multiplicar el aumento de energía descendente por la sensibilidad del clima. Como su propio nombre indica, la sensibilidad climática es una medida de cuánto de sensible es el clima a esta acumulación de calor; cuánto se calentará el planeta como respuesta a un aumento en la cantidad de gases de invernadero en la atmósfera.
Por tanto, para argumentar que los humanos no somos la fuerza conductora del actual calentamiento global, los escépticos como Spencer y Lindzen necesitan que la sensibilidad del clima a un aumento de los gases de invernadero sea baja. El problema de esta postura es que existen multitud de líneas de evidencia que muestran que el planeta se calentará entre 2 y 4,5 °C si la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera se duplica.
Por ejemplo, algunos científicos han estudiado la respuesta del clima a erupciones volcánicas recientes, que tienen un impacto medible sobre la temperatura global. Otros estudios han examinado cómo ha cambiado la temperatura global en respuesta a cambios en la actividad solar. Otras investigaciones han comparado el CO2 y los cambios globales de temperatura durante el último milenio, o las últimas decenas de miles de años, o cientos de miles e incluso millones de años. Incluso se puede comparar cómo ha cambiado la temperatura durante el último siglo con los cambios causados por el hombre en la concentracíon atmosférica de CO2. En todos los casos llegamos a esa misma sensibilidad climática en un rango de 2 a 4,5°C, con el valor más probable en caso de duplicar el CO2 de unos 3°C.
Si tomamos el límite inferior de este rango, incluso una sensibilidad de 2°C implicaría que el ser humano ha causado más de la mitad del calentamiento global del pasado siglo. Así que, para que Spencer y Lindzen estuvieran en lo cierto, todas estas diferentes líneas de evidencia que coinciden en un mismo rango de sensibilidad climática tendrían que ser erróneas por algún motivo, y todas por lo alto. No es imposible, pero tampoco es un escenario probable.
También hay muchas "marcas" propias del calentamiento global causado por el hombre. Por ejemplo, a medida que la superficie y baja atmósfera se han ido calentando, la alta atmósfera se ha ido enfriando. No hay muchos mecanismos que puedan explicar estas observaciones, pero estas son precisamente lo que cabría esperar del calentamiento global antropogénico. A medida que la concentración de gases de efecto invernadero aumenta en la baja atmósfera, atrapan más calor en esta capa baja, haciendo que se caliente y produciendo un enfriamiento en las capas que se encuentran por encima. Otra "marca" humana es la mayor tasa de calentamiento en las noches que durante los días. Esto se debe a que de noche, cuando la superficie está más fría y no es bombardeada por la energía solar, la mayor cantidad de gases de invernadero son capaces de marcar una mayor diferencia en la temperatura en superficie.
El Dr. Spencer ha propuesto una alternativa a la teoría del calentamiento global antropogénico. Sugiere que algún mecanismo desconocido ha producido un descenso en la cubierta nubosa durante el último siglo. Las nubes bajas producen un efecto de enfriamiento por refracción de la luz solar, así que si este tipo de nubes se vuelve menos corriente, puede causar un calentamiento de la superficie. Sin embargo, esta hipótesis no puede explicar las "marcas" anteriormente descritas. Una disminución de la cubierta nubosa no produciría un enfriamiento en la alta atmósfera. Tampoco haría que las noches se calentasen más rápido que los días, sino todo lo contrario; la reflectividad nubosa sólo tiene un papel significativo durante el día, mientras llega luz solar.
El Dr. Spencer también sugirió en su blog que la "hipótesis nula" debería ser que el calentamiento global está causado por factores naturales. Una hipótesis nula es básicamente la asunción por defecto que un estudio científico pretende demostrar falsa. Es cierto que, hasta hace poco, el calentamiento global (y el enfriamiento) estuvo causado por factores naturales, sin embargo, incluso los cambios climáticos naturales tienen un mecanismo físico que los causa. Los científicos han investigado estos mecanismos naturales (el Sol, los volcanes, los ciclos orbitales del planeta, etc.), y éstos simplemente no pueden explicar el calentamiento global del último siglo. La nueva hipótesis de Spencer (que algún mecanismo desconocido está cambiando la cubierta nubosa y esta a su vez está conduciendo las temperaturas globales) es una nueva idea con escasa evidencia que la apoye. Y, a la inversa, nuestro entendimiento de que las emisiones humanas de gases de efecto invernadero están dirigiendo las temperaturas globales dispone de una proverbial montaña de evidencias en que apoyarse.
Escépticos como Spencer y Lindzen creen que la asunción por defecto debería ser una que exige que un enorme cuerpo de evidencia científica sea erróneo. Y la única hipótesis alternativa que han propuesto no puede explicar las muchas "marcas" observadas empíricamente que son consistentes con el calentamiento global causado por el hombre. Aunque la hipótesis del "ciclo interno natural" sin especificar de Spencer no haya sido refutada explíticatamente, es altamente improbable que sea correcta. Por esta razón, deberíamos operar bajo la asunción de que los humanos están causando el peligroso calentamiento global (una asunción que está respaldada por un gran cuerpo de evidencias) hasta que los escépticos sean capaces de aportar razones sólidas para creer que esta teoría científica es errónea.
Translation by Jesús Rosino. View original English version.